diciembre 09, 2010

Sobre el futuro del cine en Guatemala...

Un comentario breve...




De nada sirve hacer o enseñar cine sin generosidad, reciprocidad, pasión por compartir y aprender, capacidad de reconocer los méritos de otros -y ejercicio de la crítica sin concesiones... Al nivel de las relaciones humanas, el futuro del cine guatemalteco depende de la capacidad que tengamos para imponernos al egoismo, la autocomplascencia y los fuegos artificiales del éxito prematuro. Debemos apoyarnos sin reservas para adecuar nuestra capacidad al laberinto imaginario del cine.

diciembre 03, 2010

A CARLOS Y EVA (Y MAJA).





Los recuerdos no tienen método, es el viento del afecto el que los recoge, con su hermoso abrazo desordenado e imprevisible.

noviembre 02, 2010

CASA DE CITAS


Tender hacia la sencillez supone tender a la profundidad de la vida representada. Pero encontrar el camino más breve entre lo que se quiere decir y lo realmente representado en la imagen finita es una de las metas más arduas en un proceso de creación.

Andrei Tarkovski.


El arte que no guarda ningún germen del futuro, que es sólo hijo de su tiempo y que nunca crecerá hasta ser engendrador de futuro, es un arte castrado. Tiene escasa duración y moralmente muere en el instante en que desaparece la atmósfera que lo ha originado.

Wassily Kandinsky

NOVIEMBRE EN GUATEMALA

Poco a poco empiezan a aparecer en el cielo los barriletes. Son como estrellas o luciérnagas matutinas, hermosas, efímeras, inconstantes...

septiembre 25, 2010

septiembre 18, 2010

Historias de vida de la Costa Sur (según la mirada de un ángel involuntario, una guardiana de la dignidad y de la vida).


    La hermana Josefa Cubillas llegó a Guatemala pocos años después de que una tormenta de atropellos y arbitrariedades, fraguada por un gobierno extranjero que veía a Latinoamérica como su patio trasero y no quería socios sino esclavos, acabara con la primera propuesta democrática moderna, en el siglo XX, de progreso y desarrollo para Guatemala. Eran los años 60, época de dictaduras militares, despojo, represión y discriminación por razones de clase, etnia y género


La sensibilidad de esta mujer de origen español, y su generosa condición humana, hermana de la orden de San José Obrero, le asignaron como destino geográfico de su promesa reconciliadora, la Costa Sur guatemalteca, y como misión urgente, entre la población pobre -desempleada o asalariada de grandes latifundios agrícolas y ganaderos,- suavizar sin descanso el duro pecho de la exclusión y sobre-explotación. 

Las circunstancias la pusieron al frente de la administración del único hospital público de la zona, justo antes que empezara la noche de represión en contra de los reclamos populares irrenunciables de justicia y respeto mínimo a los derechos humanos.

Durante años, y por encima de las fronteras de las ideologías, ejerció la liturgia de la comprensión y la tolerancia. Desde su generosa mirada, esbozamos aquí las historias de vida de los hombres y mujeres que integran las asociaciones La Esmeralda y Monte Cristo.

* * * 
• El padre de Esperanza, uno de los fundadores de la asociación en La Esmeralda, no se había fatigado de luchar por los derechos de los jornaleros y los colonos de la Costa Sur cuando el amor tocó a la puerta de su hija, una adolescente de ojos sin edad.

Con el porvenir creciendo dentro de su vientre y una sonrisa de aire caliente y olor a mar, se integró a la comunidad. Hoy tiene 22 años, 2 hijos y una cosecha inagotable de optimismo. La inocencia de su sonrisa es aparente, porque en el fondo, sin más pretensiones que el bienestar colectivo, sabe que el destino y la voluntad le deparan un papel determinante en el arduo camino hacia el desarrollo rural, con justicia económica e igualdad de oportunidades para los hombres y las mujeres.

• Atilio ha hecho lo imposible por estirar su juventud de sensibilidad humana, lucha campesina y dignidad como pueblo y nación ante el mundo. Y aunque su papel de líder histórico en La Esmeralda -y en el grupo de hombres vinculado a la Pastoral de la Tierra- le consume las proteínas que surgen del maíz, ajonjolí y chile jalapeño cosechado por sus manos, no ha permitido que el párpado de la renuncia y el desencanto oculten la imagen del porvenir ante sus ojos.

Nadie en la comunidad pone en duda la honestidad y la generosidad que alimentan su trabajo y su lucha. Sin embargo, sobre todo cuando la indiferencia del Estado ante las necesidades de los trabajadores y las tormentas amenazan la integridad de su vivienda de madera y lámina, siente que las fuerzas y la paciencia se agotan, por eso reclama el apoyo de sus compañeros, la presencia de nuevas voces e ideas para avanzar hacia una vida mejor.

 Macaria sabe perfectamente que en la simplicidad más grande de la vida, como la del surco de tierra que espera con impaciencia la llegada de la semilla sagrada del maíz, se esconden los secretos del bienestar y la felicidad.

Sus brazos son cortos pero, como aseguran sus compañeras de la junta directiva de Monte Cristo, alcanzan para abrazar y proteger las cosechas ante la amenaza de una lluvia torrencial. Algunas personas han creído ver en sus ojos un nacimiento de lágrimas de tristeza. Se equivocan: sus lágrimas son de asombro y alegría por una nueva conquista de la comunidad, un nuevo logro de sus proyectos colectivos de trabajo, un alumbramiento o un anuncio de justicia.

 Su conciencia campesina ha hecho de las heridas y los recuerdos más tristes una fuente de sabiduría para enfrentar los desafíos del presente. Clímaco es así, no distingue edades para ejercer el respeto y la solidaridad “dos cosas que nunca podrán privatizar ni robar de nuestra manera de ser”.

Como tantos otros hombres y mujeres organizadas, en sus palabras prevalece una  voluntad inagotable de trabajar por el bienestar de la población campesina y la construcción de una sociedad democrática, “donde los frutos del desarrollo alcancen la mesa de quienes, con nuestro trabajo, hicimos posible la riqueza de Guatemala, injustamente acaparada, a veces hasta con la fuerza criminal de las armas, por un pequeño grupo de grandes propietarios inconcientes”.

* * *

La hermana Josefa, quien durante muchos años mantuvo viva la memoria y la alegría cotidiana de cientos de hombres y mujeres campesinas, asegura que asociaciones agrarias como las de Monte Cristo y La Esmeralda, no solamente necesitan sino merecen el acompañamiento de la iglesia y el apoyo de proyectos como el de la Pastoral de la Tierra. “En todos estos años he comprobado que ningún esfuerzo es vano y ningún aporte deja de producir buenos frutos, porque la esperanza de la gente se basa en su voluntad de trabajo y de lucha”.


(Texto apresurado escrito hace un par de años para la Pastoral de la Tierra de Quetzaltenango, que apoya algunos proyectos de desarrollo agrícola de las asociaciones campesinas de la Costa Sur).

CRÓNICA PLASTICA DE LA CIUDAD


Un retrato inmediato de la violencia en la ciudad de Guatemala,
con basura del mercado de La Terminal (SVP 2007)

septiembre 10, 2010

DOCUMENTOS DEL TEATRO ESTRUCTURAL


Esta propuesta daba continuidad a “Las edades de la inocencia”, pieza que se presentó hace unos 8 años en el Centro Cutural Metropolitano, con participación de Gustavo Santos, Patricia Orantes, Simón Pedroza, Paulo Alvarado, Sergio Valdés, etc..  Los avatares de la vida postergaron su puesta en escena, hasta que el año pasado un grupo de jóvenes la retomó para presentarla en una convocatoria del Centro Cultural de España. No obstante, la naturaleza de la obra superó las condiciones de trabajo del grupo.  Hoy la presentamos a modo de “documentación” y dato curioso de la historia del "nuevo teatro" en el país..


EL ARBOL DIVIDIDO
Drama en 4 actos simultáneos.


Montaje de teatro estructural para espacios no convencionales.
(Actuación, interacción, manipulación de objetos, vídeo y sonido)

Textos de Saramago, Artaud, Monzón, Pizarnik, Miller, Samayoa, otros.

Advertencias: en principio, esta pieza fue concebida para presentarse en una casa de habitación, es decir, para utilizar el espacio privado como escenario de la representación. Con ello se buscaba crear asociaciones abiertas, relaciones de correspondencia y oposición entre lo público y lo privado, lo social y lo individual, lo político y lo poético.

Pese a las múltiples referencias de tipo intelectual, la intención es adaptarlas a la realidad guatemalteca, fundirlas con la vida cotidiana utilizando diálogos legibles, imágenes teatrales con pertinencia cultural y manejo creativo de todos los recursos puestos en juego.

SINOPSIS.

Diversos personajes “divididos” (que son uno y todos a la vez), omnipresentes, de intenciones autoritarias, obligan al público a presenciar su asunción hacia la cúspide de una crisis existencial y a participar de ejercicios radicales –unas veces violentos, otras tiernos– de auto-conciencia, o toma de conciencia sobre sí mismos y el mundo. Los personajes, que está ahí a nombre de ”todos”, beben de su sangre, buscan en silencio el sentido del amor y la solidaridad, exploran la soledad y la angustia, interrogan el reflejo de su rostro en el espejo del tiempo y, en un plano más social, exploran la historia de despojos, injusticia e indiferencia del país y del mundo. Al final, se reconocen en la sencillez de la vida cotidiana (sin dejar en ningún momento de sufrir los embates de sí mismos), y esbozan al final una proclama a favor de la libertad y la fraternidad.

Dada la naturaleza múltiple y poliforme del espectáculo, sus implicaciones discursivas, poéticas y políticas, no se agotan con ésta sinopsis. De hecho, se trata de un reclamo de participación y “fruición” activa por parte de los públicos participantes. Por ejemplo, si la casa es una “zona de fricciones” entre lo público y lo privado, todas las personas y objetos que intervienen en el espectáculo, unos como personajes, otros como “actantes” o figurantes sin intención dramática aparente, representan en forma gráfica las letras del abecedario, que al final de cuentas, constituye la mayor prisión simbólica de los humanos.

PERSONAJES /ACTANTES / FIGURANTES.

Vigilante externa “V” / La sordomuda.
La manipuladora “P” / La mujer dividida.
Jefe técnico “D” / La voz de Dios.
El viejo “E” / El ciego que todo lo ve.
Los desnudos “X”, “Y” y “Z” / Tres jóvenes verdugos.
Públicos participantes “A” y “B” / Los “unos y los otros” del mundo.

Personajes secundarios: camarógrafo, iluminador, sonidista y director.

ESCENARIOS y ACTOS.

Sala de espera /Preámbulo y epílogo.
La esquina de Ricardo Reiss / Acto No. 1.
La Torre del silencio / Acto No. 2.
Estudio de filmación, o el espejo de la historia / Acto No. 3.
Confesionario de sombras / Acto No. 4.

Acotación técnica: en cada escenario hay una cámara de video oculta, en posición óptica de gran angular y plano general. El jefe técnico de la obra se encuentra en un sitio oculto a los escenarios. Desde ahí monitorea las cámaras, gobierna la iluminación y el audio de todos los espacios y, eventualmente, se dirige a los públicos como una “voz caída del cielo”. A su lado está dispuesto un sistema de edición por ordenador, en el que se prepara el montaje que se exhibirá durante el epílogo

RELACION DE ACTOS, GUION DE CONTINUIDAD.

PREÁMBULO.
SALA DE ESPERA.

V, la vigilante externa, que actúa como sordomuda, recibe las entradas en la puerta de la Casa de los Sueños. La audiencia accede de inmediato a la Casa-escenario en una suerte de “sala de espera”, mitad hospital mitad cárcel, toma asiento en viejas sillas metálicas, oxidadas, dispuestas apropiadamente para el efecto, y espera instrucciones. Entre tanto, desde altoparlantes ocultos, se escuchan, ambiguas y a lo lejos, unas voces que intentan sin conseguirlo, la simultaneidad propia de un coro. Las voces preguntan insistentes: ¿quién juzga a quién?, ¿quién juzga?, ¿quién miente?, ¿quién encuentra la verdad?, ¿quién condena?, ¿quién condena?, ¿quién condena?, ¿quién juzga y condena? 

P, la manipuladora, aparece desde fuera, y apoyándose en gestos y textos en un idioma extraño, divide a la audiencia en dos grupos de 15 personas. Con la ayuda de V, la vigilante externa pone con ganchos en las espaldas de un grupo una letra A de cartón, y en la del otro una B. Luego toma al grupo A, lo introduce a la casa y lo conduce hacia el fondo, hasta La esquina de Ricardo Reiss, el escenario donde tendrá lugar el acto No. 1. El acto comienza, y entre tanto, ella vuelve al exterior y conduce al segundo grupo hacia el escenario La torre del silencio, y también ahí el acto comienza.

ACTO No. 1.
ESQUINA DE RICARDO REIS.




(Personaje: E, el viejo ciego. Textos de referencia: Ensayo sobre la ceguera, José Saramago, Informe sobre ciegos, Ernesto Sábato).

La manipuladora conduce al grupo A hacia el escenario 1, cuya escenografía simula una esquina en el corazón de la ciudad, a media noche. Se ve a “E”, el anciano ciego, postrado bajo la lluvia e iluminado por la luz intermitente de un semáforo en amarillo. A su alrededor figuran varias colillas gigantes, con sus enormes brasas todavía encendidas, que se apagan a medida que avanza el acto, por la acción del agua que cae sobre ellas. El sonido de brasas extinguiéndose, se escucha con fuerza por detrás del área donde se encuentra el público, interrumpiendo por momentos la legibilidad del discurso del ciego.

El ciego pronuncia su monólogo, a modo de “ensayo sobre la ceguera del mundo”, mientras agita el bastón hacia el cielo, intentando erguirse o alcanzar desesperadamente una de las colillas, sin conseguirlo.

La lluvia cesa, la luz se apaga. Hace frío…

ACTO No. 2.
LA TORRE DEL SILENCIO.



(Personajes principales: públicos A y B. Textos de referencia: fragmentos discursivos de Hitler, Stalin, Castro, Bush, Ríos Mont y otros)

La manipuladora entra a escena, conduce al grupo B hacia La torre del silencio y los encierra bajo llave. Se trata de una sala pequeña que obliga al grupo a permanecer de pie, mientras se escucha una mezcla sonora que tiene como fondo la representación de ondas radiales, emisiones satelitales, interferencias y toda suerte de frecuencias del espectro electromagnético. En segundo plano, sin perder distancia y sutileza, se escuchan sonidos alternados de agua, viento y fuego. De tanto en tanto, sorpresivamente, aparecen en primerísimo plano sonoro, fragmentos de un discurso en el que se dan cita el fanatismo religioso, el supremacismo imperialista y el dogmatismo de izquierda (Hitler, Stalin, Bush, Castro... ).

Tras cada irrupción discursiva, se produce en la mezcla un silencio total, seguido de la amplificación progresiva del sonido que produce el grupo cautivo en la sala, captado por micrófonos dispuestos convenientemente para tal efecto.

La manipuladora, artífice del encierro, vigila al grupo desde la rendija de la puerta o por detrás de una ventana. Previo a la liberación y conducción del grupo hacia otro de los escenarios simultáneos, se produce una pausa de 2 o 3 minutos de silencio total.

La manipuladora aparece, abre la puerta y conduce al grupo hacia La esquina de Ricardo Reiss (Acto 1), conduce al grupo A hacia la torre del silencio.

ACTO 3.
ESTUDIO DE FILMACION O EL ESPEJO DE LA HISTORIA



(Personaje principal: P, la manipuladora o mujer dividida. Personajes secundarios: camarógrafo, iluminador, Sonidista y director. Personajes de apoyo: los desnudos X, Y y Z. Textos de base: Poemas de Alejandra Pizarnik, Carmen Samayóa (Ixoc y La mujer esqueleto) y testimonio de mujeres violadas y maltratadas).

       X, Y y Z conducen a los grupos A y B hacia El espejo de la historia (Acto 3), distribuyen entre hojas con testimonios de mujeres violadas y desaparecen. En medio de una escenografía y dinámica escénica que simula una filmación cinematográfica de ficción (¡silencio!, corre cámara, corre sonido, ¡acción!), la manipuladora, que responde a las órdenes del “director cinematográfico”, comienza la representación de la historia del país desde la perspectiva del despojo y el sometimiento de las mujeres, en donde los públicos hacen las veces de observadores y lectores.

A mitad de la representación, el director grita ¡corte!, la manipuladora se congela, alguien entra a “corregirle el maquillaje”, mientras el director se da vuelta hacia el público (también las luces y la cámara) y ordena a distintas personas a leer los testimonios presentes en las hojas, bajo la dinámica de “corre sonido, corre cámara, acción).

La manipuladora realiza la última parte de su dramática representación, rompiendo lo límites del espacio iluminado, para hablar con dramatismo entre el público, tomando a la gente del brazo, sacudiéndola. El director protesta, la toma del pelo y la devuelve la escenario (toda una escena de maltrato y sometimiento).

La representación termina con una aceptación triste y patética de la manipuladora a su condición de “ser inferior y subordinado”. Al final, rompe el drama con una carcajada, le habla al público con la confianza propia de un amigo, haciendo reflexiones directas sobre lo acontecido durante la filmación, en una suerte de ejercicio ingenuo de “distanciamiento brechtiano”. Por último, conduce al público hacia el confesionario de sombras (acto 4).

ACTO 4.
CONFESIONARIO DE SOMBRAS, OBJETOS Y MARIONETAS.


(Personajes X, Y, Z, los tres jóvenes verdugos. Textos de referencia: El chorro de sangre y Para acabar de una vez por todas con el juicio de Dios de Antonin Artaud, Trópico de cáncer de Henry Miller)

       La manipuladora conduce al público hacia el confesionario de sombras.

Una habitación forrada por pequeñas muñecas plásticas blandas, desnudas, idénticas salvo por el color del cabello. Todo en la habitación está cubierto por las muñequitas, de tal modo que el público, al entrar, se ve obligado a caminar sobre ellas. Al fondo hay una mesa de autopsias (morgue) en cuyo centro descansa un teatrino, y en uno de sus extremos una sierra eléctrica.

Detrás de la mesa, de cara al público, una pareja de actores desnudos, discuten y ponen a prueba, con títeres y objetos, las variantes de una singular adaptación de El chorro de sangre de Artaud. Cada títere y objeto descartado, se entrega a un tercer actor, quien de acuerdo a una rutina mecánica radical (cliché de un robot concebido a mediados del siglo XX), los somete a una disección brutal con sierra eléctrica. Al final de cada corte, rompe por un instante la rutina y esparce los pedazos de títeres y objetos entre el público.

Cada vez que el actor-robot pone en marcha la sierra, se apaga la luz principal y un haz de luz roja lo individualiza. Al apagar la sierra se invierte de nuevo la iluminación. Una mezcla sonora irregular de quejidos y súplicas casi indescifrables, aparece y desaparece desde distintos ángulos del espacio.


Al final la sala queda completamente a oscuras y se escucha, desde los alta voces, fragmentos de Para acabar con el juicio de Dios, Trópico de Cáncer.

EPILOGO.
SALA DE ESPERA.

La sordomuda, la manipuladora, el viejo ciego, los jóvenes verdugos y en suma, todo el equipo técnico artístico, conduce al público hacia la sala de espera, donde sobre una pantalla se proyectan fragmentos de lo acontecido durante la representación mezclados con escenas de fosas comunes, partos, genocidios, sexo, etc. Se distribuye una copa de Caldo de Frutas. El espectáculo concluye.

agosto 28, 2010

Noticia: CANCION CONTEMPORANEA DE CENTROAMERICA EN CANADA

Toronto, agosto 26.


Concierto compartido de Tito Medina y Luis Mejía en Toronto.


La comunidad latinoamericana de Toronto está contenta. El concierto de 2 de sus voces centroamericanas históricas superó las expectativas, con buena música, lleno completo  e ideas renovadoras. He aquí el testimonio de Julio Serén, uno de los organizadores:


“El concierto de Tito y Luis Mejia fué todo un éxito.  Los cantautores hicieron un trabajo memorable, y el público respondió mejor de lo que esperábamos, en todo sentido: tanto en cantidad como en calidad... El conversatorio final permitió un acercamiento estrecho al ser humano y al poeta, a sus sueños y luchas... Fué conmovedor ver a la gente pararse a aplaudir cuando, por ejemplo, Tito terminó de cantar Guate-pequeña.. Algo que se repitió al final del concierto, con todo mundo de pié, aplaudiendo a más no poder”.


Palabras introductorias al concierto (1).


La obra de los cantautores es la trinchera  de la vida. A ella acude la población para saciar la sed de su memoria lastimada por el olvido y ahuyentar las amenazas de la soledad o el destierro.


Una canción de Tito Medina, por ejemplo, es algo que se espera con cierta ansiedad, un arma necesaria previo a la batalla en contra de quienes traicionan el porvenir. Y una de Luis Enrique Mejía puede servir, entre otras cosas, para irrigar los bosques de la amistad y del amor, en tiempos de sequía.


Los versos y las melodías de estos compañeros –de todos sus colegas latinoamericanos y de los músicos que los acompañan– nos han salvado muchas veces del horror, y han restituido la paciencia en nuestras manos, después de haber sido desparramada por la furia de las injusticias.


Si a algo debemos nuestra capacidad para levantarnos desde las ruinas, y rehacer la voluntad de vivir en armonía, una y otra vez, desde las cenizas de la corrupción o la impunidad, es a las voces generosas de los cantautores, a sus ritmos crispados por la alegría, a sus arreglos y movimientos, concebidos en el valle extenso de la diversidad y la tolerancia…


Nada cambiaría y todo seguiría igual sin estas presencias encantadas de la vida cotidiana. Gracias a ellas, las migraciones se tornan peregrinajes alentadores, las distancias se acortan, los deseos se cumplen y el reflejo de quienes marcharon antes, alcanza la piel desnuda del presente.


Dediquemos entonces el consenso de este acto, a estos “compañeros luminosos” de nuestra ruta hacia la dignidad y el reconocimiento.

(1) SVP Guat., agosto 2010.




agosto 17, 2010

EL EXILIO DE UNA PROMESA...





“Les digo adiós a ustedes, mis amigos, con amargura y pena, pero firme en mis convicciones. Renuncio obligado, para eliminar el pretexto de una invasión de nuestro país, y lo hago con los ojos puestos en el bienestar del pueblo”.
(Jacobo Árbenz Guzmán, 27 de junio de 1954).

***

En 1954, tras la derrota de la promesa modernizadora del gobierno democrático de Jacobo Árbenz Guzmán, un importante grupo de guatemaltecos partieron al exilio en Argentina. Silva Falla, Ramírez, Urrutia, Valdés Diaz, Pineda, Obando Sánchez... Decenas de ciudadanos se alejaron de la ciudad brutalizada para salvaguardar su integridad y seguir bregando por el porvenir...


Asilados en la embajada argentina en guatemala, 1954.
Al fondo a la izquierda, con el brazo en alto, el periodista Fernando Valdés Diaz.






NOTAS SOBRE FERNANDO VALDÉS DÍAZ
Por Ana María Pedroni, 2009 (*).

-I-

Conocí a Fernando Valdés Díaz en la Cárcel de Villa Devoto, en el año 1954, alrededor de septiembre o principios de octubre. Allí estaban todos los presos políticos, entre ellos mi hermano Omar Pedroni. Se encontraban allí dirigentes obreros, sindicalistas, profesionales, refugiados extranjeros y demás.  Hasta el médico privado de Perón habitaba en Villa Devoto que entre la gente de izquierda se conocía como la Universidad.

Fernando resultó en Argentina, primero, y en Villa Devoto después, porque cuando cayó el gobierno de Arbenz era uno de los jefes de información y tenía a su cargo una de las revistas culturales del diario Centro América, es decir el diario oficial, de perfil  combativo, en el que laboraban muchos periodistas jóvenes, algunos de Chiquimula, como Fernando, Rigoberto Cabrera, Edmundo Zea Ruano, etc. Al caer el gobierno popular, comenzaron a sufrir represalias y por lo tanto tuvieron que buscar asilo en las diferentes embajadas que les abrieron sus puertas: la mejicana, la argentina, la costarricense, etc.

En la embajada argentina, Fernando compartió el espacio con decenas de personas, entre las que se encontraban dirigentes obreros como Tono Ovando Sánchez, quien había estado preso durante la dictadura de Ubico, Humberto Pineda, también preso y torturado durante ese período, José Luis del Cid, sindicalista ferrocarrilero, Roberto Paz y Paz, alias el Seco, periodista, Marco Tulio Dardón, Manuel Urrutia, tipógrafo de la Tipografía Nacional, Carlos Zona Soto, Carlos Arias, cubano, Moncho Amaya Amador, novelista hondureño, Alejandro Silva Falla, Carlos Enrique Dardón, que se quedó definitivamente a vivir en Argentina, José Luis Barillas, y muchos otros.

Estando asilados, recibieron la invitación del gobierno de Perón para exiliarse en Argentina.  Perón mandó aviones del ejército, uno de los cuales sufrió desperfectos en pleno vuelo y los pasajeros tuvieron que deshacerse de sus pertenencias pesadas, para que la nave no se precipitara a tierra.  El Seco Paz y Paz fue obligado a tirar su máquina de escribir.

Cuando llegaron a Buenos Aires, fueron ubicados en el Hotel de Inmigrantes que está en la parte baja de la ciudad. A pocos días de haber llegado, la CIA le pasó la factura a Perón, y éste tuvo que encerrar a los sindicados como “comunistas”, en el cuadro 11 de Villa Devoto. Allí lo conocí.

Los presos políticos guatemaltecos, tanto dentro como fuera de la cárcel, recibieron la ayuda de la Liga por los Derechos Humanos, que les consiguió alojamiento, trabajo y toda clase de apoyo. También la del Partido Comunista, que tenía una publicación “Nuestra Palabra”, con la que colaboró Fernando. Alguna vez lo ayudé a traducir algún material, a corregir sus textos y armar algunas páginas.

En ese entonces, ese partido organizó un gigantesco pic nic para conmemorar la Revolución Soviética, durante el cual Fernando tocó la guitarra y compartió con Pablo Neruda el escenario, recitando poemas. Fue un evento gigantesco, en un área verde de los alrededores de Buenos Aires. Lo cierto es que llegamos en tren y vivimos tres días en aquella ciudad improvisada.

Durante algún tiempo en Buenos Aires, los guatemaltecos solían reunirse en el departamento de Miguel Angel Asturias, en el segundo piso de un edificio de la calle San Martín. Allí compartían Enrique Torres, Manuel Galich, Miguel Ángel y demás intelectuales, periodistas y obreros. Todo marchaba bien, hasta que se pasaban de tragos…

-II-

Fernando se había graduado de bachiller en el INVO de Chiquimula, y luego había rendido cursos para obtener el título de profesor de enseñanza media y tener acceso a nuevas fuentes de trabajo.

Regresamos de Argentina con nuestros dos hijos, Dante y Sergio, exactamente el 4 de marzo de 1959. Volamos por Pan American e hicimos escala en Trinidad unas horas, y en Cuba dos días, donde acababa de triunfar la revolución.  En ese tiempo no había vuelos directos. Este “regreso" fue posible porque Fernando se acogió a la amnistía que dio el gobierno de Idígoras Fuentes.

Una vez aquí, Fernando se incorporó al periodismo nacional y trabajó en casi todos los periódicos en vigor. Estando El Impacto (hoy La hora), se fue con Rafael Matta Retana, Ramiro Mac Donnald y no sé quien más a Cuba, que en ese momento estaba en plena construcción de su proyecto político, incluyendo las campañas de alfabetización y los famosos juicios de la Habana. Estando en cuba, Guatemala rompió relaciones con ese país presionada por los gringos, así que cuando regresaron, tuvieron que hacerlo por Costa Rica, si mal no recuerdo.  La fecha se me escapa, pero recuerdo que comenzaron a escribir sobre lo que habían visto, y pronto recibieron amenazas. Uno de ellos, Ramiro, fue objeto de ataques violentos.

Debemos admitir que Fernando nunca fue un “combatiente", y que su vida no se caracterizó por defender ideales políticos hasta la muerte. Es decir, no era un “militante político”. Sin embargo, cuando el Mico Sandoval Alarcón estaba en la presidencia del Congreso, Fernando comenzó a escribir un libro anecdótico de los hechos que se daban en ese lugar.  El libro iba avanzando, los originales que iba escribiendo mientras hacía su trabajo en la dirección informativa del Impacto, los mantenía en la gaveta de su escritorio.  Entonces recibió una advertencia del Mico, a quien no le pasó desapercibido el hecho de que ello constituía un peligro. Fernando me lo contó, le hice ver a lo que se exponía si continuaba en ese empeño. No me hizo caso. Poco después, cuando fue atropellado en la Colonia del Maestro por un carro “fantasma”, que según el médico Daniel Roche le pasó dos o tres veces encima de la cabeza (es decir que lo atropelló, retrocedió y le volvió a pasar encima) pensé en el libro y en la amenaza. Y cuando llegué a El Impacto a recoger los originales, estos habían desaparecido. En otras palabras, lo mataron para silenciarlo…

También sé que a través de Humberto Pineda, padre, Humbertillo Pineda, hijo, Luis Arturo Pineda y otros revolucionarios, colaboraba con las FAR.  No sé cómo ni en qué medida, pero en nuestra casa a veces aparecían cantimploras, máquinas de escribir, uniformes y otras cosas...  También alojamos a militantes, como la hija de Alejandro Silva Falla, que oportunamente se mató cuando se vió rodeada por el ejército y la judicial.

Aparte de todo esto, una cosa es segura: Fernando Valdés Diaz ejerció la profesión de "bohemio sin remedio”!!!

(*) Ana María Pedroni, profesora de lengua y literatura inglesa, semióloga, periodista. Falleció en Guatemala el domingo 28 de marzo de 2010. Más información en entradas posteriores.

julio 18, 2010

Recuerdo, al Fantasma Sandoval...

(EN UN MES DE DICIEMBRE, A FINALES DE LOS AÑOS 70 O INICIOS DE LOS 80...). Nadie sabe qué significaba para él andar bien o andar mal.. En todo caso, no existe quien ponga en duda que aquella noche fría y resquebrajada de diciembre, cargaba con una dosis respetable de alcohol entre sus labios, y otra de sensibilidad extrema en sus tímpanos de seda. Entró al bar del hotel, se detuvo a media sala a escuchar el solo de trompeta de Colindres (un músico brillante que atravesaba por un mal momento), y antes de que concluyera, dibujó con sus pasos tambaleantes una herida hasta el centro del escenario, ahí donde su colega intentaba disfrazar con gestos inútiles la mediocridad de su interpretación. Le arrancó de las manos la trompeta, la tiró con violencia hacia el piso, le dio una patada sin rumbo y exclamó: “hay que tener vergüenza, no se puede tocar tan pura mierda. La música se merece otra cosa”. Bajó del escenario, caminó hacia fuera del bar con la mirada encendida, puesta en el porvenir oscuro de su autenticidad. Algunas horas después, una parvada multitudinaria de pájaros lo proclamaba dueño absoluto de la madrugada y la soledad. Era el Fantasma Sandoval, el Charlie Parker de Centro América. AR / SVP (como respuesta indirecta y apresurada a un reportaje que se publicó el día de hoy, domingo 18 de julio, en un matutino del país).

mayo 18, 2010

EL PRECIO DE LA LIBERTAD (o el encuentro del cine con el teatro)

EL ESTRENO TUVO LUGAR EL 16 DE JULIO, 18:30 HRS. EN EL PALACIO NACIONAL DE LA CULTURA. LA PRESENTACION ESTUVO A CARGO DE JAVIER PAYERAS, ESCRITOR Y COORDINADOR DEL PROYECTO CREA, PATRICIA CIFUENTES LEYO LAS PALABRAS QUE LA ACTRIZ CARMEN SAMAYOA ENVIO DESDE EL SUR DE FRANCIA, Y LA PONENCIA INTRODUCTORIA CORRIO A CARGO DE TANIA PALENCIA, POETA. ASISTIERON 250 PERSONAS, ENTRE EMBAJADORES, ARTISTAS Y NOVELISTAS MARGINALES, FAMILIARES DE LA ACTRIZ Y DEL REALIZADOR, CINEASTAS, POETAS, GENTE DE TEATRO Y GENTE COMUN Y CORRIENTE (COMO SI LAS OTRAS NO LO FUERAN...).

DOS IMAGENES PREVIAS AL ESTRENO. 15 MINUTOS DESPUES, EL PATIO DEL PALACIO ESTABA LLENO...

Dificil escribir unas lineas cuando lo que quisiera es estar ahí con ustedes. Difícil porque este "Precio de la Libertad" me alborota la cicatriz del exilio y me remueve la herida de la injusticia. Hace treinta años salí de Guatemala, apresurada, asustada y con el monedero vacío. Los años han reducido mi precipitación, ciertos miedos están lejos de mi entorno, otros ya no me asustan, pero el monedero, el monedero sigue estando vacío. Si al amor y a la salud que la vida me sigue brindando, se le sumara el dinero que me sigue escaseando, tengan por seguro que estaría ahí, descubriendo en su compañîa este nuevo experimento de Sergio Valdés. Pero mis palabras no quieren ser lamento, ojalá pudieran ser aliento.... La naturaleza nos ha hecho únicos y diferentes y la diferencia mas importante entre seres humanos, es la de ser hombre o ser mujer. Es la riqueza de nuestras diferencias la que nos permite crear y reproducirnos. La injusticia, la desigualdad entre hombres y mujeres genera violencia, hace derramar mucha sangre, nubla el entendimiento, amarra el sentimiento, amarga el corazón. Mi intención, al abordar la historia de "la mujer esqueleto" es la de contribuir a la búsqueda de relaciones armoniosas entre hombres y mujeres. Convencer, convencerme que una mujer libre, un hombre libre, no significan peligro sino riqueza para nuestra humanidad. Por eso quiero agradecer la confianza de Sergio Valdés, su interés por mi trabajo y decirle una vez mas que lo mío sólo fue tener confianza y dejarse filmar... No necesité saber en qué podría devenir mi propuesta de historia de " mujer esqueleto”. Supe que su visiôn y su trabajo la transformarían, y de eso precisamente se trata este historia: de aceptar finales, de emprender comienzos de intentar crear y creer en posibles transformaciones. Hulmilde pero sincero homenaje a las mujeres vîctimas de la violencia. Compromiso de seguir buscando libertad y justicia. Esperanza, disponibilidad para nuevas colaboraciones artîsticas y humanas. Abrazo inmenso a mi madre, a mis otras madres y padres, hermanas y hermanos, de sangre, de danza, de teatro, de música, de cine, de poesía, de lucha y de esperanzas por una igualitaria Guatebuena. Carmen Samayoa Pamiers – Guatemala Julio 2010

El precio de la libertad (Cine que juega a ser teatro: cuentos para la casa) Comentario de Tania Palencia Prado.

Ni yo estoy para saberlo, ni ustedes para contarme. Pero hoy, en esta noche, les aseguro que vamos a entrar a un mundo oscuro. Es el mundo donde no hay olvido. El del alma salvaje, la que aúlla. ¡Auuuuuuu!. Entre las sombras aparecerá una mujer, una mujer muerta. ¡Auuuuuu! Arropémonos, miremos a todos lados, busquemos nuestro calor. Una mujer muerta aparecerá. Mmmm. ¿Qué sentimos? ¿Por qué nos causa tanto miedo el fantasma de la muerta? Creo que nos han enseñado que las mujeres vivas allí están para domarlas, pero por siglos y siglos nos han metido en las entrañas, y la llevamos ya sin saberlo, la idea de que una mujer muerta tiene un designio y un impacto poderoso, para bien o para mal. La mujer muerta no es chistosa, ni juguetona, ni duendecilla, ni Campanita, ni traviesa: es fatal. Allí está la Llorona, la que mató o le quitaron a sus hijos; la madre arrepentida que grita entre las sombras ¡Ay mis hijos! La Descarnada, otra mala madre que si alguien la mira vagará una eternidad. La Sucia que enloqueció porque no la dejaron casarse debido a que no estaba bautizada. La Tulivieja y la Siguanaba, parranderas y amantes, que salen disfrazadas y bellas en luna llena para asustar a los Don Juanes y a los borrachos, mostrándoles luego su cara de caballo. La Xtabay, la Xkeban, la prostituta, que embruja a los hombres hasta matarlos o enloquecerlos. La Viuda, vengativa que ataca a los solitarios por las noches.

Casi todas las leyendas de mujeres muertas han nacido para domesticarnos. Debemos ser buenas madres, recatadas, obedientes. Son leyendas para enmudecer la voz del alma, para matar la rebeldía. Y son las más conocidas. Pero hoy, señoras y señores, vamos a sentir otro tipo de miedo. De las sombras aparecerá la mujer salvaje. La que no se resigna. La que busca la vida. La que interpela. También hay muchas leyendas de este otro tipo. Aquellas donde la mujer se ve y no la ven. Esta mujer muerta es decidida. Quiere y puede. Y así encontramos: la mujer Río bajo el Río, la Luz del Abismo, La Mujer Grande, La Loba, La Huesera. En húngaro se le llama Ö, Erdöben, Ella la de los Bosques, y Rozsomák, el Tejón Hembra. En navajo es Na’ashjé’ii Asdzáá, La Mujer Araña que teje el destino de los seres humanos y los animales, las plantas y las rocas. En Guatemala se conoce como el Ser de la Niebla, que es la mujer que siempre ha existido. En japonés es Amaterasu Omikami, La Divinidad que trae toda luz y toda conciencia. En el Tíbet se llama Dakini, la fuerza danzante que otorga clarividencia a las mujeres. Es la mujer libre. La que se acepta, la que no domestica su rebeldía ni su autonomía, la que quiere vivir y empuja a la vida. Es la mujer que llevamos adentro.

Hoy Sergio Valdés Pedroni nos regala para siempre a Carmen Samayoa. Y Carmen Samayoa nos regala para siempre sus asombrosos gestos. Los dos nos regalan un cuento. ¡Qué regalo más bello! Llevarnos un cuento a casa para verlo en cine. No sólo lo vamos a oír, no sólo lo vamos a escuchar, y no lo vamos a leer: vamos a meternos adentro de él. Esa es la magia del cine de Sergio Valdés: la historia se nos abre en tiempos, imágenes y sonidos simultáneos y todos con fuerza hacen sonar los huesos de la mujer esqueleto, hasta que no nos quede una gota de miedo; hasta que la querramos besar. Y Carmen es la artista que nos lleva del miedo a la libertad; nos comprueba la belleza de los instintos de las mujeres; Carmen es la mujer danzante que nos da clarividencia acerca de nuestra vitalidad.

El precio de la libertad es un cine-teatro basado en la leyenda inuit llamada La mujer esqueleto. Inuit es el nombre genérico de los esquimales. Yo ni cuento, ni sé: lo único que les digo es que esta noche aparecerá una fantasma. Una muerta que quería la vida y que ningún hombre la salvo.

No creo que sea una leyenda sobre el amor de pareja. Sobre el amor a la vida sí que lo es. Y esta mujer es salvaje, pero no asesina; tiene hambre y come, tiene sed y bebe, tiene carne y coge. Su libertad renace aunque quisieron matarla. La poesía que nace del cuerpo de Carmen y del ensamble de Sergio nos dan una ganancia de aprendizajes: no hay libertad sin erotismo. Entonces, apaguemos las luces que la noche está puesta.

DISTRIBUCION: CONTRAELOLVIDO@YAHOO.CA, (502) 2331-5171, GUATEMALA, C.A.

mayo 03, 2010

RAFAEL URCUYO.

(svp, 2010). El 1 de mayo de 1980, fue asesinado frente al palacio verde Rafael Alfredo Urcuyo Orozco, "EL CUYO", estudiante de Psicología, miembro fundador e integrante destacado del Grupo Experimental de Música y Teatro de la Escuela de Psicología (GEMTES). Guitarrista y cantante emblemático del movimiento popular de la época, se le recuerda como autor material e intelectual del fusilamiento de los dioses ambiguos de la resignación y del silencio.

abril 17, 2010

UNO DE LOS DOS CARLOS GUATEMALTECOS MAS QUERIDOS EN MEXICO...

(Foto: SVP, Ciudad de Guatemala, Zona 3, 2009) Suele andar entre las cosechas de la historia y la amistad. Algunos lo recuerdan como el guardian de la verdad, otros como el último representante genuino de las promesas modernizadoras de Arbenz, desde las trincheras poéticas del grupo SAKER TI. Nunca le hace falta una sonrisa y un gesto de reconocimiento humano. Es Carlos Navarrate, historiador, cronista literario, guionista involuntario de cine histórico, conversador incansable... (Post Scriptum: el otro Carlos querido fue el poeta Illescas, cimiento de la poesía y la honestidad intelectual en ambas orillas del río Usumacinta. Y existen otros Carlos guatemaltecos en México, que han hecho aportes a la cultura y conquistado afectos. López, el editor, es uno de ellos).