abril 01, 2010

A INICIOS DE 2010, EN CASA DE ANA MARIA PEDRONI...

Con su nieto, Emiliano Valdés Melendreras... (Tras su partida, Ana María nos recuerda que pese a las complicaciones de la historia, existe mucha gente sensible y que la vida puede ser un lago en el que vale la pena sumergirse, sin temor al olvido o el abandono. Las múltiples voces que hoy lamentan su partida y brindan por su generosidad intelectual y solidaridad humana, son la prueba irrefutable de ello).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Salud!